INTRO
En líneas generales ,soy feliz.
Es por eso que ahora escribo poco.
Últimamente,csi pienso en verso.
Disfruto observando detalles cotidianos.
Mi corazón se ha vuelto poeta de experiencia.
Eso es porque la VIDA me llena plenamente.
AQUÍ TE AMO
La luz de luna llena entra por la ventana,
tenemos en los rostros un tono anaranjado,
las farolas de Aluche llenan tu azul de ámbar.
Nos sonríe la luna y tú despiertas,
me besas con ternura,con caricias fugaces
y te duermes.
Es así, de repente.
Como el amor y el miedo que nos llega.
Es el puro presente.
De lágrimas y abrazos.De pasiones y entregas.
Pero el mar de Sagunto habita en tu mirada,
y entonces me recuerda que te amo
-a veces, se me olvida. Yo soy muy despistada-
Y cuando el sol sonríe,tus ojos se han cerrado.
La luna es tu señora,no conoce el invierno.
La luz de las farolas ocupa mis persianas.
En líneas generales ,soy feliz.
Es por eso que ahora escribo poco.
Últimamente,csi pienso en verso.
Disfruto observando detalles cotidianos.
Mi corazón se ha vuelto poeta de experiencia.
Eso es porque la VIDA me llena plenamente.
AQUÍ TE AMO
La luz de luna llena entra por la ventana,
tenemos en los rostros un tono anaranjado,
las farolas de Aluche llenan tu azul de ámbar.
Nos sonríe la luna y tú despiertas,
me besas con ternura,con caricias fugaces
y te duermes.
Es así, de repente.
Como el amor y el miedo que nos llega.
Es el puro presente.
De lágrimas y abrazos.De pasiones y entregas.
Pero el mar de Sagunto habita en tu mirada,
y entonces me recuerda que te amo
-a veces, se me olvida. Yo soy muy despistada-
Y cuando el sol sonríe,tus ojos se han cerrado.
La luna es tu señora,no conoce el invierno.
La luz de las farolas ocupa mis persianas.
REENCUENTRO
Cayó.
Un goterón.
Enorme, salado, tierno.
Y pensé que era una lágrima
que escapaba de mi pena, de no tenerte a mi lado.
Quizá nunca.
Y podría ser. Pero no era sólo eso.
Cayó.
Otra gota espesa.
Como las que anuncian la tormenta.
Y, al verla entre mis pies,
pensé que, si no estaba yo llorando,
sería lágrima tuyaporque me echabas de menos.
Y podría ser. Pero no era sólo eso.
Porque cayeron ,una tras otra,en tromba luego.
E inundaron el parque.
E inundaron el parque.
No había donde refugiarse del aguacero inmenso.
La Tierra se inundaba en el diluvio.
Me refugié en tus brazos, tú en mi pecho.
(Recuerdo que era viernes).
Mojados, la humedad era torrente
de dos cuerpos fundidos en deseo.
¡Era nuestra humedad la que lograba
convertir el diluvio en un océano!
Seguíamos sudando, seguíamos amando,
llorando de alegría en el reencuentro.
Y tanto nos llovió sobre las almas,
ríos puestos en pie nuestros dos cuerpos,
que el mar se apoderó de nuestro mundo,
se hizo planeta azul nuestro universo,
se decretó el final de la pangea,
se decretó el final de la pangea,
calándonos de amor hasta los huesos.